Marguérite Barankitse, la burundesa que ha hecho de la integración entre humus y tutsis una auténtica cruzada contra el odio, estuvo en Madrid a principios del 2009 para recoger un premio a la fraternidad que otorga la revista Mundo Negro.
“En Burundi, la gene me llama “Maggy, la buldózer”, porque no saben cómo catalogarme. Cuando empecé este trabajo, mis hermanos tutsis me trataron como una traidora. Los hutus, mis hermanos en la fe cristiana, creyeron que era una espía. Y los occidentales dijeron que yo era una utópica.
Quince años después, ya habéis visto en lo que me he convertido.”
Publicado en la revista Mundo Negro (nº 538, marzo 2009)
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